Un lugar personal – Mi casa de vacaciones hecha con corazón
Mis abuelos y mi madre vienen de un pequeño pueblo, a sólo 15 kilómetros de la casa de vacaciones. De niño pasé allí muchas vacaciones inolvidables con mi familia, primos y amigos. El ambiente especial, la cultura viva y la buena comida de la región me inspiraron desde el principio y tuvieron un profundo impacto en mí.
Ya desde entonces tenía el deseo de compartir algún día esta misma actitud ante la vida con los demás. Hoy he cumplido este sueño: una casa rústica en el corazón de una región con la que tengo un vínculo muy personal. Es un proyecto sincero, amueblado y diseñado con pasión, un lugar que hace tangible el alma del territorio. Invito a mis huéspedes a experimentar exactamente lo que me ha fascinado desde la infancia: la hospitalidad genuina, la cultura regional y la naturaleza especial de este paisaje.